La tenista española Sara Sorribes siente que cuando sus partidos «pasan de tres horas» de juego tiene «muchas opciones de ganar» porque es consciente de que entonces logra llevar el encuentro a «su terreno» y que intenta sacar «el máximo rendimiento» a su forma de jugar, mientras que admite que en los Juegos Olímpicos, su compañera en dobles Cristina Bucsa, tenía «clarísimo» que iban a ganar medalla, mientras que ella iba más «pasito a pasito».
«Cuando el partido pasa de tres horas sé que tengo muchas opciones de ganar. Necesito ese tiempo para llevar el partido a mi terreno. Entreno todos los días tantas horas al cien por cien con toda la concentración e intensidad para estar acostumbrada en los partidos. No me cansa más un partido que un entrenamiento», afirmó Sorribes este lunes en una rueda de prensa organizada por NARA Seguros.
Uno de esos partidos maratonianos fue en la pasada Billie Jean King Cup, donde cayó con la polaca Magda Linette tras casi cuatro horas. «Avisé a Paula (Badosa) que se preparara para jugar a las 14.00 horas, aunque mi partido empezaba a las 10.00… Pensaba que a Linette le iba a ganar, sentía que iba a más y ella a menos», lamentó la levantina.
Esta no esconde que había «ilusión» de hacerlo bien en Málaga porque contaban con «un muy buen equipo». «Pero teníamos una eliminatoria muy difícil y ellas también tenían un muy buen dobles. Este deporte es así, lo seguiremos intentando», zanjó.
Sorribes juega con un estilo muy personal y que lleva «haciendo toda la vida». «Si pudiera sacar a 200 km/h lo haría. Creo que he mejorado mucho y me queda mucho por mejorar, intento sacar el máximo rendimiento a mi forma de jugar y, además, a mí me gusta. Si tuviera que volver a elegir lo haría otra vez porque es una forma que tiene mucho margen de mejora», analizó.
La castellonense ha vivido una temporada «intensa», en la que ha tenido «de todo». «Empecé mal y me costó muchísimo ganar partidos consecutivos hasta Madrid. Luego llegaron los Juegos y gracias a eso he conseguido seguir y acabar el año mucho mejor de lo que empecé», apuntó.
Así, explicó que los Juegos Olímpicos fueron «una semana de muchas emociones» en la que pudo «compartir» día a día con todo el equipo español. «Me lo hicieron pasar muy bien porque aprendí mucho de ellos y me trataron muy bien. Incluso aprovechaba todos los días para charlar con Marcel Granollers tomando café», agregó.
«Fue complicado el inicio porque tenía una lesión y jugué con anestesia. Tenían que acertar al milímetro al ponérmela porque si no la mano se me dormía. Era un dilema cada día y no podía comentarle nada a Cristina Bucsa para que no se descentrara», confesó sobre su participación en Paris 2024.
En este sentido, Sorribes expresó que su compañera tenía «clarísimo» que iban «a ganar», pero que ella iba «más pensando en el momento». «Mi mentalidad era muy pasito a pasito porque no quería irme lejos. Cuando todo pasó, lo disfruté con mucha alegría, pero sentí que seguía siendo la misma», remarcó. «Además, el peso de la medalla no me permitía levantar los pies del suelo», bromeó.
La tenista española tenía claro desde el comienzo de temporada que «llegar a los Juegos» era uno de sus principales objetivos porque por ránking «no estaba claro». «La tensión de los Juegos sí que hace que sea un año diferente porque cada partido que juegas parece que te acerca o te aleja de ellos», agregó.
«Viví experiencias muy bonitas como ver a Rafa Nadal y Carlos Alcaraz en sus partidos de dobles o la final de Alcaraz frente a Novak Djokovic. Y acabar de esa manera tan buena, ganando la medalla de bronce, después de remontar en cuartos o de perder las semifinales es algo muy especial», dijo Sara Sorribes.
La castellonense también habló de Rafa Nadal, alguien «muy especial porque ha hecho barbaridades» y al que deben de estarle «agradecidos por dar tantos buenos momentos». «Tiene una manera de ver el tenis y la vida que ayuda un montón. Me hubiera gustado una despedida más a la altura, aunque estuvo hecha con todo el cariño del mundo», manifestó la tenista, que cree que David Ferrer, capitán del equipo masculino, hizo lo que hubieran hecho «todos» al darle al balear la responsabilidad del primer punto en ante los Países Bajos.
Una Sorribes que durante la Billie Jean King Cup se le vio afectada en el minuto de silencio por las víctimas de la DANA. «Piensas en todo porque eres humana. Al principio del partido me afectó porque no conseguí empezar bien, y al final lo intenté llevar poco a poco porque intento ir siempre más despacio, viviendo el momento a momento», detalló.
«EL TENIS ESPAÑOL GOZA DE MUY BUENA SALUD»
La tenista de Castellón confesó que es «bastante maniática» y que eso le sirve para jugar el partido «de otra manera» y agarrarse a cosas que le dan «tranquilidad en momentos complicados». Además, aunque le gusta «mucho ver tenis», es consciente de que no le ayuda porque necesita «descansar». «Me va mejor no ver a mis rivales, pero el cuerpo me pide verlas. ¿Cómo voy a ir a un examen sin estudiar?», advirtió.
Sorribes también reivindicó la carrera de tenistas que no llegan a ganar grandes títulos. «Lo que yo he hecho en mi carrera no sería nada porque no he ganado un ‘Grand Slam’ o no he sido ‘Top 10’, pero es mucho sacrificio y son muchos años de esfuerzo», indicó.
La medallista olímpica cree que «se le da poco valor» a ciertas cosas en su deporte, donde «se pierde todas las semanas». «Hay que darle mucho mérito al tenis, porque un jugador que juegue en la selección española de tenis, en fútbol sería jugador de los mejores equipos del mundo. Quiero pensar que la gente poco a poco lo está entendiendo, pero queda mucho por hacer», subrayó.
Por este motivo, no se ve «capaz de decir que el tenis español femenino no goza de buena salud por no tener a una Arantxa (Sánchez-Vicario), una Conchita (Martínez) o una Garbiñe (Muguruza)». «Va a tener buena salud siempre porque nuestro carácter es muy bueno para jugar al tenis. Igual no tenemos buenos entrenadores en la Federación, pero los tenemos en las escuelas, que muchas veces son mejores que los que tenemos los profesionales», ahondó Sorribes, que ve en Jessica Bouzas a «una grandísima jugadora» y que en el masculino están tenistas como Martín Landaluce y Rafael Jódar.
Sobre el calendario, la castellonense afirmó que «está saturado». «Hay muchos torneos, tienes muchos viajes y eso desgasta. El nivel está muy igualado. Hay pocos partidos fáciles por lo que tienes que estar todos los días al 200% y es normal que la cabeza pueda acabar explotando», puntualizó.
Una Sorribes que se atrevió a dar alguna posible solución. «Si haces los cuadros más grandes y no pones todas las semanas torneos quizás sería mejor opción. Si das puntos en los torneos pequeños, pero solo dejas jugar a jugadoras por debajo del 75 no sé hasta qué punto estás beneficiando o perjudicando porque juegan más. Pero es complicado pero hay que darle una vuelta para mejorar los finales de carrera de los jugadores», propuso.
Por último, Sorribes confesó que se siente «muy afortunada» por dedicarse al tenis porque «hay otros deportes» en los que las deportistas femeninas «no tienen la capacidad de ganarse la vida». «El tenis es una suerte muy grande. Me gustaría que esa igualdad llegue a otros deportes y otros deportistas porque los que están entre los mejores merecen esa ayuda», concluyó.