El día y la noche porque a pesar de que ambos clubes no pasan tampoco por su mejor momento en clave goleadora, existe un factor diferencial que desequilibra cualquier balanza que ose medir a cualquier equipo con otro no que cuente con Messi en sus filas.
El argentino es el salvador de los azulgranas jornada tras jornada, y todo parece indicar que así lo seguirá siendo hasta final de temporada, ya que las lesiones de Dembelé y Suárez, no hacen presagiar un cambio en la dinámica culé.
Y en Madrid todavía se recuerda con morriña a ese portugués estrafalario pero mágico que hacía del oficio de marcar goles una rutina. La marcha de Ronaldo supuso la pérdida de 50 tantos anuales, cifra que queda muy lejos de la pobre aportación goleadora del bueno de Benzema y sus cómplices en el ataque, Bale y Vinicius.
Extremos:
En caso de optar por el 4-3-3, y valorando la intocabilidad del 9 blanco para Zidane y la lesión del fichaje estrella del año, Hazard; parece ser que Bale y el joven Vinicius ocuparán los extremos del ataque merengue este domingo.
Benzema sigue siendo el mirlo de Zizou, y pese a no cuajar buenos partidos a lo largo de este mes, será una vez más la referencia arriba. Las dudas aparecen en las bandas, y es que la ya mencionada lesión de Hazard, condiciona la alineación del francés, que o bien cambia el sistema al recurrente 4-4-2, u opta por Bale en una banda, pese a su más que irregular y polémico año, y Vinicius, criticado por su falta de gol desde su llegada, en el otro lado.
Setién también lo tiene comlicado; Messi es sagrado, nadie osaría moverlo del once y menos en las circunstancias en las que se encuentra su delantera, reforzada de manera in extremis con el polémico fichaje de Braithwaite desde Butarque. A sus lados podrían jugar Griezzman y Ansu Fati, o bien jugar solo el francés y alinear a un mediocentro más.
El técnico cántabro deberá decidir si confía en la juventud y el descaro del joven Ansu, o prefiere poblar el centro con un jugador de corte más defensiva como Rakitic.
La suerte para ambos equipos está echada, en un clásico puede pasar de todo y este podría decidir una liga. El Madrid necesita agarrarse a una victoria para superar su semana negra, el Barça, podría hundir a su archienemigo. Que los astros decidan, alea iacta est