Un Open de Australia de resurrecciones

Nadie daba un duro por ella pero nunca hay que dar por muerta a una deportista de la talla de Garbiñe Muguruza. La española parece que ha encontrado su equilibro tenístico-mental y de nuevo está en los cuartos de final de un Grand Slam. Asimismo, no lograba alcanzar una ronda de los considerados ‘cuatro grandes’ desde la edición del Roland Garros 2018.

Primero Shelby Rogers, remontando la adversidad de una fiebre que le hizo perder el primer set por un 6-0 que fue un espejismo para la estadounidense. En el siguiente partido, sufrió pero demostró actitud y garra frente a la local Ajle Tomljanovic. Posteriormente, llegaba el supuesto fin, ya que se midió contra la actual número 5 del mundo, la ucraniana Elena Svitolina pero Muguruza dio una lección de tenis con solvencia y tumbó a una de las semifinalistas de este torneo el año pasado. La última víctima fue la holandesa Kiki Bertens, que si bien es cierto que es una tenista experta en tierra batida (seis de sus nueve títulos individuales son sobre esta superficie).

Esta noche, es el turno de medirse a Anastasia Pavliuchénkova. Un enfrentamiento con morbo, ya que la rusa es entrenada por Sam Sumyk, quien estuvo a cargo de la española durante cuatro años. Una etapa destacada por los éxitos pero también por las broncas que protagonizaban en la pista. La jugadora diestra de 28 años nunca ha pasado de unos cuartos de final en una gran cita y tiene ganas de romper ese maleficio. Tiene motivos para creer en ello, ya que se ha cargado a Karolina Pliskova (Número 2 del WTA) y a la alemana Angelique Kerber, campeona de este torneo en 2016. Sin dudas, será un partido trepidante.

No les den por muertos

En el cuadro masculino también hay resurrecciones. Tenistas que estaban en la lona por bloqueos mentales, por desgana o por tener numerosas lesiones. Es el caso del enfrentamiento que tendrán a las 1:00 de la madrugada Stanislas Wawrinka y Alexander Zverev. El suizo, que el año pasado ya demostró que estaba volviendo a un gran nivel (subió del 66 al 15 en el ranking ATP), está mostrando su mejor versión en su Grand Slam favorito, ganador en 2014. El Margaret Court Arena fue testigo de una heroica victoria ante el tenista que acabó más en forma en 2019, con permiso del español Rafael Nadal. Sí, el ruso Daniil Medvedev hincó la rodilla ante ‘Stan The Man’ en un encuentro que casi llegó a las cuatro horas de duración.

Por su parte, el alemán parece que ha vuelto a amar el tenis. 2019 fue un año negro para una de las promesas de la ‘Next Gen’. «No tengo ganas de coger una raqueta ni de jugar al tenis», declaró ‘Sascha’ cuando cayó a las primeras de cambio en el Masters 1000 de Roma ante el local Matteo Berrettini. De momento, aunque sigue teniendo lagunas serias en su juego, ha conseguido llegar a los cuartos de final y no ceder ni un solo set en todo el torneo. Además, tiene al público en su bolsillo, ya que está donando 10.000 euros por cada victoria como causa benéfica por los incendios catastróficos que sufrió el país a principios de año. «Estoy jugando por la gente», afirmó el alemán. Ojito con su derecha, golpeo que está recuperando y que está siendo letal para sus rivales.